martes, 7 de octubre de 2014

Por increíble que parezca, los bebés son capaces de distinguir la diferencia entre los sonidos de todas las lenguas.

Por increíble que parezca, los bebés son capaces de distinguir la diferencia entre los sonidos de todas las lenguas. Pero sólo ocurre hasta los ocho meses porque, a partir de ese momento, sus cerebros empiezan a centrarse sólo en los sonidos que más escuchan en su entorno, es decir, los de su lengua nativa. Así lo señala una investigación que acaba de publicar la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Un grupo de expertos del Instituto para el Aprendizaje y Ciencias del Cerebro de la Universidad de Washington (EEUU) se puso manos a la obra y decidió estudiar a 25 pequeños de siete meses y otros 24 de 11 meses. A través de esta técnica no invasiva, los investigadores tomaban mediciones de la actividad cerebral de los pequeños en varias situaciones. Se les hablaba en inglés (su idioma materno) y también en español (la lengua extranjera que escogieron los investigadores).

Con estos datos, una de las primeras conclusiones que se extraen del estudio es que ya a los siete meses estos pequeños cerebros están tratando de hablar, concretamente, intentando descubrir cómo hacer los movimientos correctos para poder pronunciar las palabras que escuchan. Así que, hable mucho a su bebé porque, aunque no le responda con palabras, su cerebro sí lo está haciendo: intenta imitar lo que escucha."Nuestros sonidos al hablar influyen más en sus cerebros de lo que pensábamos".

Concretamente, los investigadores observaron actividad cerebral en un área auditiva denominada gyrus temporal superior, así como la zona de Broca y el cerebelo, las regiones responsables de la planificación de los movimientos motores necesarios para la producción del habla. Hasta los ocho meses, ocurría tanto con la lengua materna como con la extranjera, lo que demuestra que a esa edad, los bebés responden a todos los sonidos del habla.

Sin embargo, a partir de los ocho meses, la actividad cerebral es distinta. A los 11 y 12 meses, aumenta la actividad de las áreas cerebrales motoras ante sonidos no nativos respecto a los de la lengua materna. Esto podría significar, puntualizan los autores del artículo, que a esta edad, los bebés necesitan más esfuerzo para averiguar qué movimientos crean el habla no nativa, en comparación con la lengua propia.

Este hallazgo también "nos sugiere que la activación de las áreas cerebrales motoras contribuyen al proceso de transición entre la percepción del habla y la verbalización", concluye el estudio.

Aquí podrás encontrar toda la música necesaria para HS el próximo viernes. Ya puedes disponer de los vídeos.

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